sábado, junio 12, 2010

La verdad...

Cerrar los ojos y no ver más que la intensidad de nuestros sueños, colores, olores que arrancan deseos de nuestras mentes...  Recuerdos que se filtran por cada hendidura, cubriendo nuestra piel centímetro a centímetro...

Respiro y siento su olor, mis manos tocan la última colilla y en lo único que puedo pensar es en su piel cálida, pero a la vez sé que lentamente me mata, me consume, con cada respiro, con cada movimiento ahogado.

Los sonidos aún retumban en mi cabeza, placenteros aunque desesperados, casi suplicando un segundo de atención.

El golpeteo de las gotas contra el borde del lavamanos me hace recordar que no estoy en casa, diablos, ni siquiera es una habitación.

Cómo me dejé llevar si apenas hace unos días repetía en mi cabeza que no me acercaría a nadie más...

¿Pero cómo poder evitarlo? Si tan sólo sentir su aroma, los movimientos cadenciosos al bailar y esa rudeza al tocarme hizo olvidar cualquier promesa...

Ahora estoy aquí, siendo atacado por imágenes, olores, recuerdos, fragmentos de algo que no sé si es verdad o es simplemente un truco de mi imaginación, sin ganas de pensar, sólo desconectarme del mundo y saber que mi verdad es mi realidad...

1 comentario:

Anónimo dijo...

caso de la vida real? recuerdo esta historia amigo!!! :-s ... when my feelings were messing with my head