Suave y dulce como una cereza madura, dejas el recuerdo de tus movimientos lentos y tus ganas de atacar... Como olvidar tus labios Gabriela...
Cómo olvidar tu aroma, tus caricias alocadas y tu mirada asesina... Tenerte era como enfrentarse a una marejada de color marfil... Irremplazable Beatriz...
Tu indómita fuerza mezclada con tu sonrisa infantil me idiotizaba al tan sólo sentirte cerca, haciendo que seas la única, la que nunca podré cambiar... Nadie como tú Verónica...
La forma en la que mordías tus labios como evocando lo que estaría por venir, aún cuando siempre decías que era tan sólo un gesto que solías hacer... Me enloqueces Analía..
Tu respiración entrecortada, tus sonidos, tu calor, nada era igual después de escucharte, de sentir como subía la temperatura cuando ponías un dedo sobre mi cuerpo... Exquisita Malena...
Es que eres tú la única, la que no pasa, la que no se deja atrás, la que me sigue en esta vida y la otra... Con distintos rostros, acentos, colores y olores, pero sé que siempre eres tú, la que me acompaña a lo largo de este viaje atemporal... ¿O quizá tan sólo soy yo quien trata de encontrarte en cada mujer?
¿Y si no eres tú? Te seguiré buscando entre cada olor y recuerdo que pasa frente a mi... Tratando de encontrar esa esencia que nos convierte en algo que no se puede perder sin importar el tiempo...
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